La vida da muchas vueltas, y que hoy esté aquí sentada, dispuesta a contar mi trayectoria en un pequeño resumen, me hace recordar todos los pasos que he dado en mi vida.
Es en este momento cuando me pongo a pensar y me pregunto, ¿qué ha pasado para que un día decida emprender y trabajar por mi cuenta?
En mi caso fueron muchos factores, pero principalmente pasó cuando tuve que parar obligatoriamente de trabajar durante el primer confinamiento por la pandemia.
Me consta que no he sido la única, y creo que la explicación viene de que si estás en una rutina de trabajo, llegando a casa cansada/o y sin tiempo ni para pensar, no te planteas hacer nada diferente, porque solo quieres cenar y dormir, y así entras en un bucle.
Me replanteé mi vida, mis valores y mis prioridades, y me di cuenta de que no estaba en el lugar que quería.
En mi cabeza se empezó a forjar la idea de emprender, y sin darme cuenta empecé a crear mi trabajo ideal en mi mente, buscando lo que me hace feliz y además me puede dar de comer.
Siempre he estado trabajando, pero jamás lo había hecho para mí. Hoy, después de un año de dar ese magnífico paso, puedo decir que es la mejor decisión que tomé.
Me formé en gestión de redes sociales, pasando por diferentes mentorías y cursos, y soy Community Manager.
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